Es la historia de Ariel Lambert, un joven de veinte años, a quien luego de un trastorno psicológico, se le recomienda hacer reposo en un lugar tranquilo y apacible.
Hace 250 años, Soetsu, un humilde prestamista, es asesinado por Shinzaemon, un cruel samurai, y su cuerpo es depositado en Kasanegafuchi, un río en el que, según cuenta la leyenda, todo aquel que se hunda jamás va a volver a salir a la superficie.
La puerta por la que el Señor de los Demonios hace su entrada, en su afán de conquistar, resulta ser un agujero en el propio patio de la casa de Glen, situada en las afueras, donde está celebrando una fiesta con sus amigos.